
Sexo anal
La mayoría de las personas que se niegan a tener sexo anal lo hacen por miedo al dolor. Lo cierto es que la mala ejecución en las primeras experiencias puede crear un miedo a repetir.
Sin embargo hay técnicas para disfrutar con este tipo de penetración.
El sexo anal es la estimulación sexual directa del ano y las zonas cercanas, el ano es una zona erógena con gran cantidad de terminaciones nerviosas, con lo cual se logra placer tras su estimulación. También debemos saber que el Punto G del hombre se encuentra a escasos centímetros del ano, para disfrutar es necesario mucha paciencia, lamer, chupar y acariciar y la ayuda inestimable de un lubricante (preferible anal).
Para relajar el esfínter, lo ideal es estimularlo, bien sea oralmente o con un juguete anal (empecemos con algo fino y de tacto delicado), podemos utilizar los dedos también.(Cuidemos que las uñas estén bien limadas) podemos utilizar también un dedil o un preservativo ya que se desliza mejor.
Lo mejor es que se use la lengua porque es blanda, suave y húmeda. No olvidemos que se debe de jugar con los glúteos, acariciar, besar y masajear la zona, ayuda a relajar.
Es importante que el esfínter vaya cediendo solo, tengamos paciencia, acariciemos delicadamente y observemos cómo reacciona la otra persona, si vamos despacio el esfínter se irá relajando a la vez que se aumenta la excitación.
Dentro del intestino existen bacterias nocivas para la delicada flora vaginal, utilice preservativo y nunca la penetracion debe de ir del ano a la vagina.
Si utilizamos un juguete, no utilizarlo nunca del ano a la vagina sin lavarlo cuidadosamente.
Vaciar el intestino. Es una opción personal pues es posible que la estimulación manual o la penetración evidencian algunos restos incómodos. Para evitarlos, lavativas de agua tibia con una ducha o una pera de limpieza anal.
Recuerden que si existe intercambio de fluidos existe riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual.